Cómo preparar un proyecto para una sesión fotográfica arquitectónica

Guía práctica para arquitectos que quieren mostrar su obra con fuerza y precisión

La fotografía arquitectónica no empieza cuando se dispara la cámara. Empieza mucho antes, en la preparación del espacio. Un proyecto puede estar perfectamente ejecutado, pero si no se cuida su presentación, las imágenes no harán justicia al diseño. Como fotógrafa especializada, he aprendido que la diferencia entre una sesión buena y una excelente está en los detalles. Por eso, he reunido aquí una guía práctica para ayudarte a preparar tu obra antes de la sesión.


1. Limpieza: menos es más

Puede parecer obvio, pero es uno de los puntos más críticos. La limpieza debe ser minuciosa, no solo en superficies visibles, sino también en cristales, marcos, suelos y elementos decorativos. Una mancha o huella puede arruinar una toma perfecta.

  • Evita productos que dejen brillos excesivos.
  • Revisa los reflejos en ventanas y espejos.
  • Si hay obras cercanas, asegúrate de que no interfieran visualmente.

2. Mobiliario: coherencia y equilibrio

El mobiliario debe estar alineado con el lenguaje del proyecto. No se trata de decorar, sino de reforzar la narrativa arquitectónica. A veces, menos elementos generan más impacto.

  • Usa piezas que respeten la escala y el estilo del espacio.
  • Evita objetos personales o elementos que distraigan.
  • Si el espacio está vacío, considera una puesta en escena mínima y elegante.

3. Luz natural: tu mejor aliada

La luz cambia radicalmente la percepción de un espacio. Fotografiar en el momento adecuado puede transformar una imagen. Por eso, es fundamental estudiar cómo incide la luz a lo largo del día.

  • Identifica las horas doradas (mañana y tarde) para exteriores.
  • Observa cómo se comporta la luz en interiores: sombras, reflejos, atmósferas.
  • Si el proyecto tiene iluminación artificial destacada, planifica tomas nocturnas.

4. Permisos y accesos: sin sorpresas

Antes de la sesión, asegúrate de tener todos los permisos necesarios para fotografiar. Esto incluye propietarios, comunidades, espacios públicos o privados.

  • Confirma el acceso a todas las zonas relevantes.
  • Si hay personas en el espacio, informa sobre la sesión y coordina su presencia o ausencia.
  • En proyectos públicos, consulta si hay restricciones legales o de imagen.

5. Tiempo y planificación: calidad antes que cantidad

Una sesión fotográfica no debe ser apresurada. Cada toma requiere tiempo para estudiar el encuadre, la luz y la composición. Lo ideal es dedicar al menos medio día, o incluso más, según la complejidad del proyecto.

  • Evita programar visitas o actividades paralelas durante la sesión.
  • Si el proyecto tiene distintas zonas, planifica un recorrido lógico.
  • Ten en cuenta el clima si se fotografían exteriores.

6. Colaboración: el fotógrafo como parte del equipo

La fotografía arquitectónica es una interpretación del proyecto. Cuanto más comparta el arquitecto su visión, más fiel será el resultado. Una sesión bien preparada es siempre una colaboración.

  • Comparte planos, referencias, ideas clave del diseño.
  • Comenta qué zonas te gustaría destacar y por qué.
  • Confía en el criterio del fotógrafo para encontrar ángulos inesperados.

Preparar un proyecto para ser fotografiado es cuidar su presentación al mundo. Es el momento en que la arquitectura deja de ser solo espacio construido y se convierte en imagen, en comunicación, en legado. Si se hace bien, las fotografías no solo documentan: emocionan, explican y posicionan tu trabajo.


Si estás pensando en documentar tu próximo proyecto, estaré encantada de ayudarte a prepararlo para que las imágenes reflejen todo lo que has construido. Porque tu obra merece ser contada con precisión y belleza.