Errores Comunes al Documentar Arquitectura (y Cómo Evitarlos)
Errores Comunes al Documentar Arquitectura (y Cómo Evitarlos)
La arquitectura se piensa al milímetro. Cada línea, cada proporción, cada relación con la luz y el entorno tiene un propósito. Pero cuando llega el momento de documentar el proyecto, muchos estudios caen en errores que desvirtúan el diseño y no hacen justicia al trabajo realizado.
Como fotógrafa especializada en arquitectura, he visto de todo. Y sé que una imagen mal tomada puede restar valor a una obra brillante. Por eso, hoy quiero compartir algunos de los errores más comunes… y cómo los evito en mi trabajo.
1. Perspectivas distorsionadas
Uno de los errores más frecuentes es el uso de lentes que deforman las líneas arquitectónicas. Las verticales que se inclinan, los espacios que parecen más grandes o más pequeños de lo que son… todo eso rompe la lectura del diseño.
Cómo lo resuelvo:
Trabajo con ópticas específicas para arquitectura y corrijo las perspectivas en postproducción, respetando siempre la geometría original del proyecto.
2. Luz mal aprovechada
La luz es uno de los elementos más importantes en arquitectura. Pero si se fotografía en el momento equivocado, puede generar sombras duras, reflejos molestos o ambientes planos que no transmiten nada.
Cómo lo resuelvo:
Estudio previamente la orientación del edificio y programo la sesión en función de la luz natural. A veces fotografío en distintos momentos del día para capturar cómo el espacio se transforma.
3. Encuadres que no respetan el diseño
Encuadrar mal es como cortar una frase a la mitad. Si no se entiende la relación entre volúmenes, materiales y circulaciones, la imagen pierde fuerza. Y eso puede hacer que el proyecto no se valore como merece.
Cómo lo resuelvo:
Antes de disparar, analizo el proyecto como si fuera una visita guiada. Pienso en cómo se recorre, qué vistas son clave, qué detalles merecen protagonismo. Cada imagen tiene una intención.
4. Elementos que distraen
Cables, objetos fuera de lugar, mobiliario improvisado… todo eso puede romper la atmósfera del espacio y restar profesionalismo a la imagen.
Cómo lo resuelvo:
Trabajo en conjunto con el arquitecto para preparar el espacio. A veces basta con mover un objeto, otras veces hay que hacer una pequeña puesta en escena. Pero siempre con respeto al diseño original.
¿Por qué es importante evitar estos errores?
Porque la fotografía no es solo documentación. Es comunicación visual. Es lo que verá el jurado de un concurso, el editor de una revista, el cliente potencial que visita tu web. Y si la imagen no transmite lo que tú pensaste como arquitecto, estás perdiendo una oportunidad.
Una buena fotografía respeta tu obra, la interpreta y la potencia.
Si quieres que tu proyecto se vea como fue concebido, trabajar con una fotógrafa especializada puede marcar la diferencia.
